Los músicos buscamos transmitir con nuestro sonido toda la gama de emociones que la música nos provoca. Nuestros esfuerzos están dedicados a lograr que el público vibre con la música tal como nosotros lo hacemos. Y sabemos también que ese arte se apoya en la precisión del toque, en la sutileza de alguna inflexión, en un gesto que cambia dramáticamente la sonoridad, o en una pausa que sostiene la tensión. Porque la música es en esencia movimiento.
También por eso, se dice que la música en un arte temporal, pues, al igual que la danza y la actuación, ella precisa del tiempo para fluir mediante la coordinación de acciones y movimientos cuya oportunidad, precisión y timming, hacen la diferencia entre la mediocridad y la excelencia.
En este artículo te cuento de que trata el método Feldenkrais y porqué resulta efectivo para mejorar la performance de instrumentistas, cantantes, actores y bailarines.
¿Qué es Feldenkrais?
El método de Autoconsciencia a través del Movimiento (ATM), llamado Método Feldenkrais, por su creador Moshe Feldenkrais, es un procedimiento que utiliza el movimiento para crear una experiencia de aprendizaje. De ahí que se llame “Autoconsciencia” ‒según la traducción también “consciencia” o “conocimiento” ‒, porque para que haya aprendizaje debe haber un grado de comprensión del proceso y el propósito de aquello que se realiza.
La estrategia de Feldenkrais es conducir al individuo a través de movimientos secuenciados ex profeso, cuya exploración lo llevará a advertir, por una parte, ‘sus modos de hacer’ y las sensaciones (físicas y emocionales) asociadas con esos modos, y por otra, a darse cuenta de los sesgos con que se ve a sí mismo y mira el mundo.
¿Por qué Feldenkrais es especialmente beneficioso para músicos, bailarines y actores?
Porque Feldenkrais es un método que se basa en el conocimiento científico sobre (1) las formas en que los seres humanos aprendemos y sobre el rol del movimiento en ese aprendizaje, y (2) sobre los aspectos ergonómicos que rigen el movimiento humano.
¿Cómo se relaciona ese conocimiento científico con la ejecución en las artes temporales?
Un grupo de fuentes científicas, entre ellas las neurociencias, la psicología cognitiva y la psicología de la música, apoyan muchas de las premisas que el método Feldenkrais pone en acción.
Estas ciencias sugieren que existe una actividad espontánea del cerebro humano, compartida con los primates, denominada musicalidad intrínseca. Esta capacidad tiende a conectar los impulsos sensorio-motrices en nuestro cerebro con impulsos similares en otra mente. Se trata del proceso que nos permite leer las intenciones detrás de los gestos, las inflexiones de la voz o la mirada de nuestros interlocutores. Esta capacidad es también la que permite la sincronización de las acciones entre las personas, o la anticipación de un evento en el fluir temporal, y es también lo que explica la empatía y el contagio emocional.
Ejemplos típicos de la musialidad intrínseca en acción se observan en la sincronización durante un juego de equipo, en la comprensión inmediata de quien debe tomar el turno en una conversación, en el entendimiento con la mirada entre músicos que tocan juntos, o en la comprensión de la duda, el enojo, o la alegría a través de los gestos o el sonido de la voz de quién tenemos enfrente.
Gran parte de las bases biológicas que explican la musicalidad intrínseca han sido aisladas por las neurociencias, entre ellas, las funciones cerebrales de mapeo transmodal y simulación sensorio-motriz. Estos y otros hallazgos, y una multiplicidad de estudios científicos han mostrado con claridad las relaciones profundas entre el movimiento y la comunicación interpersonal.
Las artes temporales explotan la relación entre comunicación y movimiento, y el método Feldenkrais, al trabajar desde el movimiento hacia la consciencia del sujeto, permite al artista refinar la expresión de los significados, las intenciones y las emociones, contenidas en su gestualidad artística.
Los estudios sobre la performance de alto rendimiento, tanto en el deporte como en la música o la danza, han señalado que las relaciones entre las posibilidades y límites de la anatomía humana, determinan las acciones de ejecución, pero también que el modo en que el artista o el deportista imaginan una meta para su performance, produce una gran variabilidad en la selección y la calidad de los movimientos que conforman esas acciones
Este es otro punto en el cual las estrategias empleadas por el método Feldenkrais abren la puerta a la exploración del movimiento imaginado y el desarrollo de la sensorialidad, de forma tal que el artista pueda descubrir coordinaciones novedosas y variaciones de lo ya conocido. Los cantantes y los instrumentistas, notarán rápidamente el cambio en la relación con su instrumento y los beneficios para el sonido. Los actores y bailarines descubrirán nuevas relaciones con su cuerpo y el espacio que les permitirán explorar nuevas posibilidades en escena.
Para saber cómo usamos el método Feldenkrais en nuestras clases, puedes leer “Movimiento- Feldenkrais para la Performance"